La madera termotratada, una técnica que abre nuevas posibilidades para el pino de Galicia
Los nuevos secaderos a altas temperaturas, impulsados por empresas como Hermanos Castro (Ponteareas) o Finsa, van a multiplicar la producción de madera termotratada, un sistema que estabiliza el producto e incrementa su durabilidad, permitiendo usos en exterior y ampliando de este modo el abanico de utilidades del pino.

Una técnica ancestral
El termotratado es un tratamiento natural basado en el uso de alta temperatura y sin productos químicos (principal diferencia con el autoclave que emplea sales de cobre). Es un proceso que consigue estabilizar la madera y que le da mayor durabilidad, lo que abre nuevas posibilidades, ya que convierte el pino en una madera apta para uso en exteriores.
El tratamiento térmico de la madera tiene un origen muy antiguo. La madera utilizada en los barcos vikingos era tratada térmicamente para aumentar su durabilidad. En Japón también se emplea esta técnica de manera ancestral. En la actualidad, su uso es frecuente en países como Suecia o Finlandia, que cuentan con una larga experiencia en este ámbito. En Galicia era un método que hasta ahora no había sido empleado.
Un proceso natural para un producto sostenible
El sistema consiste en someter la madera a un tratamiento térmico con temperaturas comprendidas entre los 160 y los 260º C, en función de la especie y de las dimensiones de la pieza, en una atmósfera inerte o con bajo contenido en oxígeno, lo que evita la combustión.
El resultado es un producto natural, libre de tóxicos y productos químicos, apto para la bioconstrución. La madera termotratada (TMT) es un material renovable, económico y duradero, por lo tanto, un producto sostenible ideal para una construcción responsable.
Este tratamiento térmico protege la madera de patologías por hongos e insectos xilófagos de forma no biocida. Además, al exponerla a elevadas temperaturas la resina se volatiliza. Esto hace que la madera sea más ligera y fácil de transportar y más resistente al fuego.
La densidad de la madera después del tratamiento disminuye entre un 5 y un 15% debido a la pérdida de humedad y su estructura interna es más estable, homogénea y duradera, lo que permite emplear el pino en exterior para usos antes limitados a maderas tropicales de importación.
De este modo, se posibilita el uso de la madera de Pinus pinaster y Pinus radiata de los montes gallegos en exteriores o sometida a ambientes húmedos en productos y aplicaciones finales como puertas y ventanas, encimeras, revestimientos de fachada, mobiliario urbano, pavimentos de exterior en jardines o piscinas, saunas, embarcaderos, etc.
Empresa gallegas pioneras
Galicia cuenta con empresas pioneras en madera termotratada como Maderas Hermanos Castro, que ya desarrolla este proceso en su planta de Ponteareas (Pontevedra), o Finsa, que lleva más dos años impulsando esta gama de producto a través de su marca Thermopine.
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